¿Duele mucho verdad? Y a todos nos ha pasado, que nos “rompan el corazón” va más allá de una muletilla que decimos sin analizar. Es necesario que sepas que, hay reacciones químicas que afectan a nuestro cerebro y pueden ser la respuesta al sufrimiento que afrontamos al momento de finalizar una relación amorosa.
¿Estás pasando o has pasado por una ruptura amorosa? Te contamos la neurociencia detrás este proceso
Como sabemos, el cerebro es el responsable de quiénes somos, qué hacemos, cómo nos sentimos y afrontamos situaciones. Entonces obviamente este órgano es el responsable de cómo nos sentiremos después de que nuestra relación de pareja haya terminado, y aunque el cerebro de todos los seres humanos tenga respuestas neurológicas similares frente al rechazo, la perdida y el dolor, no todos manejamos una ruptura de la misma forma, somos diferentes desde cómo nos sentimos en el momento y qué acciones podemos tomar, hasta el tiempo que podemos demorar en “sanar”
Una teoría cerebral para rupturas amorosas
En 2011 se realizó un modelo neurobiológico, describiendo los cambios emocionales después de una separación, esta teoría se realizó después de años de evaluación a pacientes que estaban luchando con el fin de sus relaciones amorosas. Fue evidente que ciertos procesos neurológicos estaban involucrados en su angustia, la clave fue encontrar cuales son estos procesos y eventualmente poder ayudar a los pacientes a lidiar con esta etapa de una manera más saludable.
Basándose en los síntomas, se concluyó que existen seis sistemas cerebrales que se encuentran alterados después de una ruptura.
- El sistema de recompensa: este hace que queramos volver a ver y a estar con nuestra ex pareja. Así es amigos, es normal que quieras ver a tu ex, a todos nos ha pasado, pero ¿Por qué? Gracias, una vez más, a los neurotransmisores como la dopamina y la serotonina que suelen generarse en grandes cantidades cuando estamos con esa persona y al dejar de frecuentarla los niveles bajan, eso tiene impacto en muchas áreas del cerebro pudiendo causar impulsividad o hasta agresión.
- El sistema de vinculación: este sistema se asocia con la necesidad de reestablecer una conexión romántica, estudios han demostrado que generamos apego a la ex pareja por la acción de la Oxitocina y Vasopresina, al terminar generamos la necesidad de volver a estar con esa persona, sin importar que tan buena o toxica haya sido la relación.
- El sistema del estrés: lamentablemente tenemos más de uno, dos de los sistemas del estrés tienen “activarse” luego de una ruptura, cuando esto pasa, las personas presentan dificultades para dormir, pérdida de apetito e incluso ansiedad. Básicamente causas por la Norepinefrina y corticotropina.
- El sistema del dolor: la sensación del corazón roto es real y lo sabemos porque diversos estudios sugieren que hay una correlación entre el dolor psicológico y algunas áreas del cerebro relacionadas con el dolor físico, ocasionado por los bajos niveles de opioides endógenos como la betaendorfina, encefalinas y dinorfinas.
- El sistema de regulación de emociones: si el estrés llega a ser muy abrumador o repititivo puede interrumpir ciertas funciones del cerebro en la corteza prefrontal que normalmente cumple la función de regular emociones, por lo que nos sentiremos mas afigidos durante estos momentos.
- Cognición: para algunas personas, pensar claramente resulta difícil después de una ruptura, haciendo que el cerebro le de prioridades a los sistemas emocionales, reduciendo los recursos de la cognición, viéndose afectada, la concentración, la atención y la memoria.
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