La próstata es uno de los órganos masculinos que más preocupa a los hombres y ello obedece a que este órgano está vinculado a la virilidad y es que no todo dolor de la próstata suele ser prostatitis, este elabora y segrega un líquido especial que conforma el semen, pero también sufre de afecciones debido básicamente a tres tipos de enfermedades; la prostatitis, el crecimiento benigno de la próstata (Hiperplasia Benigna de Próstata) y el cáncer de Próstata.
Según el Dr. Luciano Núñez Bragayrac, urólogo de la Clínica de Urología Avanzada UROZEN, uno de los cuadros más frecuentes en varones de 30 a 50 años de edad es la prostatitis, y se estima que aproximadamente el 50% de hombres presentará esta afección a la glándula prostática (ubicada debajo de la vejiga y alrededor de la uretra) en algún momento de su vida. Sin embargo, precisó que sólo alrededor del 30% de las prostatitis son infecciosas, mientras que el resto tendría su origen en una gran diversidad de causas.
La prostatitis infecciosa es causada por bacterias
Asimismo, indicó que la prostatitis infecciosa es causada por bacterias como Escherichia Coli, Klebsiela, Proteus, Pseudomonas aeroginosa, Enterococcus o Staphylococcus aureus, que ingresan al tracto urinario y de allí a la glándula prostática debido a factores de riesgo como: colocación reciente en la uretra de sonda o cistoscopio, relaciones sexuales anales, presentar alguna anormalidad en el aparato urinario, tener alguna infección urinaria, presentar hiperplasia benigna de la próstata o algunos otros hábitos de vida.
Esta prostatitis infecciosa se presenta de dos formas: como prostatitis aguda, o de aparición repentina (la menos frecuente), o como prostatitis crónica, que no se presenta bruscamente y sus síntomas son menos intensos (la más frecuente).
Los síntomas de la prostatitis aguda son fiebre; escalofríos; inflamación, dolor y ardor entre los testículos y el ano al orinar, micción muy frecuente de día o de noche, dolor pélvico, sangre en la orina, orina turbia y dolor durante la eyaculación. La prostatitis crónica presenta a menudo síntomas similares pero menos intensos.
Pueden simular los de otras enfermedades prostáticas
“Los síntomas de la prostatitis pueden simular los de otras enfermedades prostáticas como hiperplasia benigna de la próstata o uretritis (inflamación e infección de la uretra), pero se caracterizan por presentar inflamación e hinchazón de la glándula prostática, lo cual origina en algunas ocasiones mayor frecuencia urinaria, dolor debajo del abdomen al orinar y dolor testicular, así como disminución en la fuerza del chorro de orina”, afirmó.
Tratamiento
A su turno, el Dr. Jorge Saldaña Gallo, director médico de la Clínica de Urología Avanzada UROZEN, indicó que la prostatitis, la hiperplasia prostática benigna y el cáncer de próstata, pueden coexistir, por lo que es necesario ser muy cuidadosos en el diagnóstico a fin de determinar el tipo de enfermedad y el tipo de prostatitis, para así conocer las probables causas y establecer un adecuado tratamiento. Para ello además es necesario realizar análisis especializados como estudios de conducción nerviosa, exámenes como la urodinamia, la cistoscopía flexible y un examen neuro-urológico completo.
En algunos casos el diagnóstico de prostatitis también puede requerir de un tacto rectal (poner un dedo en el recto), para apreciar el tamaño de la próstata, la consistencia, la presencia de dolor, nódulos duros sospechosos de tumor, inflamación o pus.
La prostatitis aguda puede requerir la administración de antibióticos por la vena y vía oral, la crónica infecciosa necesitará antibióticos por un plazo más prolongado (4 a 12 semanas).
La no infecciosa o prostatodinia no necesita antibióticos y según los síntomas requerirá de medicamentos como los alfa bloqueantes (para relajar el músculo que se encuentra en la próstata), relajantes musculares, ansiolíticos, tratamientos dietéticos y naturales, analgésicos, moduladores neurológicos o baños de asiento, etc.
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